Hay recetas que se quedan en el corazón porque logran dos cosas al mismo tiempo: sorprender y reconfortar. La salsa de piña asada es justo una de esas joyitas de la cocina casera. Imagina ese balance perfecto entre el picante intenso de los chiles y el toque dulce y jugoso de la piña asada. Una combinación que, cuando la pruebas en unos taquitos de chamorro, de carnitas o incluso en un pollo asado, hace que todos en la mesa se callen un momento y solo digan: “¡Qué delicia!”
Esta salsa no solo es sabrosa, también es divertida de preparar. Tiene ese aire hogareño de prender el comal o el asador, sentir el aroma de los ingredientes tatemados y escuchar el chisporroteo de la piña caramelizándose. Es como viajar a la cocina de la abuela, pero con un giro tropical que la hace única.
Prepárate porque hoy te voy a contar cómo hacer esta salsita picosita y frutal que seguro se convertirá en la estrella de tus reuniones.
Ingredientes de la salsa de piña asada
Para hacer esta receta vas a necesitar ingredientes fáciles de conseguir y muy económicos. Aquí la lista completa:
- 4 rodajas de piña fresca (asegúrate de que esté madura pero firme)
- 5 tomatillos verdes (también conocidos como tomate verde o miltomate)
- 2 chiles habaneros (si quieres menos picante, usa solo uno)
- 10 chiles de árbol secos
- 1/4 de cebolla blanca
- 3 dientes de ajo
- 1 pizca de orégano seco
- Sal al gusto
- 1/2 taza de agua (aproximadamente, para licuar)
👉 Tip: si no tienes piña fresca, puedes usar piña en almíbar, pero recuerda escurrirla bien para que la salsa no quede demasiado dulce.
Preparación paso a paso
Hacer esta salsa es un verdadero ritual de cocina mexicana. Aquí te dejo los pasos detallados para que no se te escape nada:
- Preparar la piña.
Pela la piña y córtala en rodajas gruesas. Vas a usar cuatro rodajas para la salsa. El resto puedes guardarlo para preparar un agua fresca de piña o simplemente comerlo de postre. - Tatemar los ingredientes.
En un comal, sartén o asador caliente, coloca las rodajas de piña junto con los tomatillos, los chiles habaneros, la cebolla y los dientes de ajo. Déjalos tatemar hasta que se doren y desprendan ese aroma ahumadito irresistible. - Cuidar los chiles de árbol.
Pasa los chiles de árbol por el comal, pero muy rápido, apenas unos segundos. Ojo: no los dejes quemar porque amargan la salsa. - Licuar la base.
En la licuadora, coloca los tomatillos, los habaneros, la cebolla, el ajo, los chiles de árbol, el orégano, la sal y media taza de agua. Licúa hasta obtener una salsa tersa. - Cortar la piña.
Retira las rodajas asadas y córtalas en cuadritos pequeños. - Mezclar la magia.
Vacía la salsa en un recipiente y agrega los trocitos de piña. Mezcla bien para que se integren los sabores.
👉 Extra: si quieres que la salsa tenga un sabor más intenso a piña, licúa una rodaja completa junto con los demás ingredientes y las demás déjalas en trocitos.
¡Y listo! Ahora tienes una salsa de piña asada que no solo es deliciosa, también es una sorpresa para cualquier paladar.
Consejos para servir y conservar
- Cómo servirla: esta salsa es perfecta para taquitos de chamorro, carnitas, carne asada, pollo a la parrilla o incluso pescado. Si la usas en una botana, acompáñala con totopos o pan artesanal.
- Nivel de picante: puedes ajustar la cantidad de chiles según tu tolerancia. Para un sabor más suave, usa solo 5 chiles de árbol y 1 habanero.
- Conservación: guarda la salsa en un frasco de vidrio con tapa en el refrigerador. Dura de 4 a 5 días en perfecto estado. Si quieres prolongar su vida, no agregues la piña en trozos hasta el momento de servir.
- Congelación: aunque no es lo más recomendable porque la piña cambia de textura, puedes congelarla en porciones pequeñas si la planeas usar en guisos.
Notas útiles y variaciones
- Versión vegana: esta salsa ya es naturalmente vegana, ideal para quienes buscan sabores frescos y diferentes.
- Sin gluten: no contiene gluten, así que es segura para celíacos.
- Más tropical: añade un poco de mango asado o papaya si quieres una salsa aún más frutal.
- Más ahumada: si tienes parrilla con carbón, tatema los ingredientes directamente sobre la brasa para darle un toque aún más intenso.
- Salsa espesa: si prefieres una textura más densa, reduce la cantidad de agua o licúa menos tiempo.
Preguntas frecuentes (FAQs)
1. ¿Puedo usar piña enlatada?
Sí, pero asegúrate de escurrirla bien para que la salsa no quede demasiado dulce. Lo ideal es la piña fresca.
2. ¿Qué hago si me quedó demasiado picante?
Agrega más piña o un poco de tomatillo extra para equilibrar. También puedes añadir un chorrito de jugo de limón.
3. ¿Se puede hacer sin habanero?
Claro. Sustituye el habanero por chile guajillo o chile pasilla si quieres un sabor más suave y ahumado.
4. ¿Con qué platos combina mejor?
Con tacos de cerdo, pollo asado, pescado a la plancha, y hasta con quesadillas. La versatilidad es enorme.
5. ¿La pueden comer los niños?
Si reduces la cantidad de chiles, sí. Haz una versión ligera solo con unos pocos chiles de árbol y sin habanero.
Información nutricional aproximada
Una porción de esta salsa (unas 2 cucharadas) contiene:
- Calorías: 25 kcal
- Carbohidratos: 5 g
- Proteína: 0.5 g
- Grasas: 0.2 g
- Fibra: 1 g
Es una salsa ligera, baja en grasas y con el beneficio extra de la vitamina C de la piña y los tomatillos. Ideal para quienes quieren comer rico sin sentirse pesados.
Conclusión: una salsa que se queda en tu mesa ❤️
La salsa de piña asada es mucho más que un simple complemento: es la prueba de cómo la cocina latinoamericana sabe jugar con los contrastes y hacer magia con ingredientes sencillos. Ese contraste entre el dulzor de la piña y el fuego de los chiles hace que cada bocado sea una fiesta en el paladar.
Así que la próxima vez que tengas una reunión familiar o un antojo de tacos, no dudes en preparar esta receta. Te aseguro que te van a pedir la receta, igual que me la pidieron a mí.
✨ Atrévete a probarla, compártela en tu mesa y, si la haces, cuéntame en los comentarios cómo te quedó o con qué la acompañaste. ¡Buen provecho y a disfrutar de esta chulada de salsa!