Pastelito exprés sin harina: yogur, plátano y canela

¿Has tenido alguna vez un antojo repentino de algo dulce, casero y reconfortante, pero sin ganas de pasar horas en la cocina? A mí me pasa muy seguido. Esos momentos en que el cuerpo pide un apapacho en forma de postre, pero el tiempo y la energía son escasos. Para esas ocasiones descubrí este pastelito exprés sin harina, hecho con yogur natural, plátano maduro y un toque de canela.

La primera vez que lo preparé fue una tarde lluviosa. Quería un panecito calientito para acompañar mi café, pero no tenía harina de trigo. Miré la despensa, vi un plátano ya muy maduro, un poco de avena y un yogur olvidado en el refri. Y pensé: “¡Pues de aquí sale algo bueno!”. Y vaya que salió. Desde entonces este pastelito se ha vuelto mi salvavidas culinario.

Lo mejor es que es rápido, nutritivo y sin complicaciones. Ideal si buscas un postre ligero, un desayuno diferente o una merienda que consienta sin remordimientos.


Ingredientes

Para un pastelito individual necesitarás:

  • 1/2 taza de avena molida (puedes usar hojuelas de avena finamente trituradas en la licuadora 🥣).
  • 1 plátano maduro triturado 🍌 (mientras más maduro, más dulce quedará).
  • 1 huevo 🥚 (puede sustituirse por “huevo vegano” de linaza o chía).
  • 100 g de yogur natural sin azúcar 🍶 (queda genial con yogur griego).
  • 1/2 cucharadita de canela en polvo (le da ese aroma casero irresistible).
  • 1/2 cucharadita de polvo de hornear.
  • Gotas de esencia de vainilla (opcional, pero muy recomendada).

👉 Nota: Si quieres un pastelito más dulce, agrega una cucharadita de miel, sirope de agave o unas gotitas de stevia.


Preparación paso a paso

Aquí viene lo divertido: ¡en menos de 25 minutos tendrás tu pastel listo!

  1. Tritura el plátano
    Pela el plátano y machácalo con un tenedor hasta obtener un puré suave. Si está muy maduro, se deshace fácilmente.
  2. Agrega los ingredientes húmedos
    Incorpora el huevo, el yogur y la vainilla. Mezcla bien con un batidor de mano o tenedor hasta que todo quede integrado.
  3. Mezcla los secos
    En otro recipiente une la avena molida, la canela y el polvo de hornear. Esto ayuda a que el pastel suba parejo y no queden grumos.
  4. Integra todo
    Vierte los secos en la mezcla húmeda y revuelve hasta lograr una masa cremosa. No batas demasiado, solo lo suficiente para que no haya avena suelta.
  5. Engrasa el molde
    Usa un molde pequeño o taza apta para horno/microondas. Puedes engrasar con un poquito de mantequilla, aceite de coco o spray antiadherente.
  6. Cocina tu pastelito
    • En horno: 180 °C durante 20 minutos.
    • En microondas: 3-4 minutos a máxima potencia.
  7. Deja reposar
    Una vez listo, espera un par de minutos antes de desmoldar. El reposo ayuda a que termine de cuajar.

Tip de la abuelita: si lo haces en microondas, colócalo sobre un platito con un poquito de agua para que conserve mejor la humedad.


Consejos para servir y conservar

Un pastelito tan sencillo también merece un toque especial al servirlo. Aquí van mis favoritos:

  • Con yogur y fruta fresca: una cucharada de yogur natural encima y unas rodajitas de plátano, fresas o arándanos.
  • Espolvoreado con canela o cacao: un toquecito final que lo hace lucir como postre de cafetería.
  • Con miel o sirope de agave: ideal si quieres darle más dulzura.
  • Acompañado de café o té: perfecto para media tarde.

En cuanto a conservación, este pastelito es mucho mejor recién hecho. Pero si sobra, puedes guardarlo en un recipiente hermético en el refrigerador hasta por 24 horas. Para recalentarlo, basta con unos segundos en el microondas.


Notas útiles y variaciones

Este pastelito es muy noble y se adapta a distintos gustos y necesidades:

  • Versión vegana: sustituye el huevo por 1 cucharada de linaza o chía molida mezclada con 3 cucharadas de agua (deja reposar 5 min hasta formar gel). Usa yogur vegetal (de soya, coco o almendra).
  • Sin gluten: asegúrate de que tu avena sea certificada sin gluten.
  • Más proteico: agrega una cucharadita de proteína en polvo (vainilla o natural).
  • Con chispas de chocolate: unas pocas al final de la mezcla y tendrás un postre de campeonato.
  • Con frutos secos: nueces, almendras o pasitas le dan textura y un sabor increíble.

Preguntas frecuentes (FAQs)

1. ¿Puedo hacerlo sin yogur?
Sí, aunque la textura cambia un poco. Puedes usar leche (de vaca o vegetal) reduciendo la cantidad a unas 3-4 cucharadas.

2. ¿Qué pasa si no tengo microondas?
El horno es tu mejor amigo. Tardará un poco más (unos 20 minutos), pero el resultado es igual de delicioso.

3. ¿Se puede congelar?
No lo recomiendo porque pierde la textura esponjosa. Mejor hazlo fresco, ¡te tomará solo unos minutos!

4. ¿Sirve para niños?
Claro que sí. Es un postre o desayuno sano, lleno de energía natural del plátano y la avena. Solo evita endulzantes artificiales si lo prepararás para pequeños.

5. ¿Con qué puedo sustituir la avena?
Si no consumes avena, prueba con harina de almendra o de coco. El sabor será distinto, pero también rico.


Información nutricional aproximada

(Valores estimados para una porción individual, pueden variar según marcas y cantidades exactas):

  • Calorías: 260 kcal
  • Proteínas: 10 g
  • Carbohidratos: 40 g
  • Fibra: 5 g
  • Grasas saludables: 6 g

Esto lo convierte en una opción energética, ligera y nutritiva. Perfecta para desayunar antes de salir corriendo, para la lonchera de los niños o como snack después de hacer ejercicio.


Conclusión

El pastelito exprés sin harina de yogur, plátano y canela es una de esas recetas que llegan para quedarse. Es práctica, saludable, económica y reconfortante. No necesitas batidora, moldes especiales ni ingredientes complicados.

Es como darle un abrazo al alma en forma de panecito tibio. Una receta que nos recuerda que la cocina casera no tiene que ser complicada para ser deliciosa.

Te invito a probarlo hoy mismo. Prepáralo para ti, para tu familia o para sorprender a alguien con un detalle hecho en casa. Y si lo haces, ¡cuéntame cómo te quedó! Puedes compartir tu experiencia, tus variaciones o incluso una foto de tu creación.

Porque al final, la cocina es eso: compartir cariño en cada bocado. 💛

Leave a Comment