Tarta de frutas con crema pastelera

¿Buscás una tarta fresca, colorida y deliciosa para lucirte en una reunión, celebrar una ocasión especial o simplemente darte un gusto? Esta tarta de frutas con crema pastelera es la opción perfecta. Con una base crocante de masa sablée, un relleno suave y cremoso, y frutas frescas por encima, es un postre que entra por los ojos y enamora al primer bocado.

En este artículo te voy a guiar paso a paso para que puedas prepararla en casa, aunque no tengas mucha experiencia en pastelería. ¡Vas a ver qué fácil y divertido puede ser crear una tarta que parece salida de una pastelería profesional!


Por qué te encantará esta receta

Hay muchas razones por las que esta receta se va a convertir en una de tus favoritas. Aquí te cuento algunas:

  • Es visualmente impactante. Nada como una tarta llena de frutas frescas para decorar una mesa o regalar.
  • Tiene el equilibrio perfecto entre sabores y texturas. La masa sablée es crocante y dulce, la crema pastelera es suave y aromática, y la fruta aporta frescura y un toque ácido.
  • Podés adaptarla fácilmente. Usá las frutas que tengas a mano o las que estén de estación. ¡Siempre queda bien!
  • Es ideal para hacer con anticipación. Podés dejar todo listo y armarla justo antes de servir.

Perfecta para el verano, para una merienda especial o como broche de oro después de una comida familiar. Y lo mejor: ¡es más fácil de lo que parece! 😉


Ingredientes

Para la masa sablée:

  • 250 g de harina
  • 125 g de manteca fría (mantequilla)
  • 100 g de azúcar impalpable (glas)
  • 1 huevo
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla

Para la crema pastelera:

  • 500 ml de leche
  • 3 yemas de huevo
  • 100 g de azúcar
  • 40 g de fécula de maíz (maicena)
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla o ralladura de limón

Para decorar:

  • Frutas frescas a gusto: frutillas, kiwi, banana, durazno, etc.
  • Opcional: gelatina neutra o mermelada de durazno para dar brillo

Instrucciones

1. Preparar la masa sablée

  1. En un bowl, mezclá la harina con el azúcar impalpable.
  2. Agregá la manteca fría en cubos y desmenuzá con los dedos hasta lograr un arenado.
  3. Incorporá el huevo y la esencia de vainilla.
  4. Uní todos los ingredientes sin amasar demasiado, solo hasta que la masa quede compacta.
  5. Envolvé en film y llevá a la heladera por 30 minutos.

2. Hornear la base

  1. Estirá la masa con un palo de amasar sobre una superficie enharinada.
  2. Forrá una tartera (preferentemente desmontable) de unos 24 cm.
  3. Pinchá la base con un tenedor y llevá al horno precalentado a 180 °C por 15 a 20 minutos, hasta que esté apenas dorada.
  4. Retirá y dejá enfriar completamente antes de rellenar.

3. Hacer la crema pastelera

  1. En una cacerola, calentá la leche junto con la vainilla o ralladura de limón.
  2. Mientras tanto, en otro bowl, mezclá las yemas, el azúcar y la fécula de maíz hasta que no queden grumos.
  3. Cuando la leche esté caliente, volcala lentamente sobre la mezcla de yemas, batiendo constantemente para evitar que se cocinen.
  4. Volvé todo a la cacerola y cociná a fuego medio sin dejar de revolver hasta que la crema espese.
  5. Retirá del fuego, pasá a un bowl y tapá con film en contacto para evitar que se forme una costra. Dejá enfriar completamente.

4. Armar la tarta

  1. Una vez que la base y la crema estén frías, rellená la masa con la crema pastelera.
  2. Alisá la superficie con una espátula.

5. Decorar con frutas

  1. Cortá las frutas en rodajas finas o en cubos, según prefieras.
  2. Distribuilas sobre la crema pastelera de forma decorativa.
  3. (Opcional) Para darle brillo y conservar mejor la fruta, pincelá con mermelada de durazno apenas tibia o con gelatina neutra disuelta.

Consejos para servir y almacenar

  • Servila bien fría, idealmente después de haber estado en la heladera por al menos una hora.
  • Esta tarta se disfruta más el mismo día, pero podés guardarla en heladera hasta por 2 días si usás frutas que no se oxiden fácilmente (como frutillas o kiwi).
  • Si usás banana o manzana, pincelalas con jugo de limón para evitar que se pongan oscuras.
  • La masa sablée y la crema pastelera se pueden preparar con anticipación y conservar por separado hasta el momento del armado.

Notas útiles

  • Si querés una versión más liviana, podés usar leche vegetal para la crema pastelera (como leche de almendras o de avena).
  • ¿Te gustan los postres con un toque más ácido? Agregá unas gotas de jugo de limón a la crema pastelera mientras se cocina.
  • ¿No tenés molde desmontable? Usá uno de cerámica y servila directamente ahí.
  • Si te sobra masa sablée, aprovechala para hacer galletitas. Solo cortá con cortantes y horneá por 10–12 minutos.

Preguntas frecuentes

¿Puedo usar una masa comprada?

Sí, podés usar una masa sablée lista del supermercado para ahorrar tiempo. Solo asegurate de prehornearla antes de agregar el relleno.

¿Qué frutas son mejores para decorar?

Las más recomendadas son: frutillas, kiwi, durazno, arándanos, banana y uvas. Usá las que estén en temporada para aprovechar mejor su sabor y frescura.

¿Cómo evito que la crema pastelera forme una capa dura al enfriarse?

Muy fácil: tapala con film en contacto, es decir, el film debe tocar directamente la superficie de la crema mientras se enfría.

¿Puedo hacer esta tarta en versión mini?

¡Claro! Usá moldes individuales para tartaletas y seguí los mismos pasos. Quedan perfectas para una mesa dulce o como postres individuales.


Conclusión

La tarta de frutas con crema pastelera es uno de esos postres clásicos que nunca pasan de moda. Con su sabor suave, frescura natural y presentación irresistible, es ideal para conquistar paladares en cualquier ocasión.

Ya viste que no hace falta ser un chef para prepararla. Solo un poco de amor, ingredientes simples y ganas de disfrutar. Animate a probar esta receta y sorprendé a todos con un postre casero que parece de confitería.

¿Listo para poner manos a la masa? No te olvides de compartir tu creación en redes sociales y etiquetar a quienes quieras invitar a disfrutarla. ¡Buen provecho! 🧁🍓✨

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