Galletas de queso crema — una receta sencilla, suave y absolutamente adictiva. Si buscas una receta fácil para sorprender en la merienda o llevar a una reunión, estas galletas combinan la textura aterciopelada del queso crema con la mantequilla para crear bocados que se deshacen en la boca. Sigue esta guía paso a paso y disfrutarás de unas galletas caseras perfectas en solo 30 minutos.
Por qué te encantará esta receta
Hay muchas razones para amar estas galletas de queso crema. Primero, su textura: quedan tiernas por dentro y ligeramente crujientes en los bordes gracias al balance entre mantequilla y queso crema. Segundo, su sencillez: no necesitas técnicas complicadas ni utensilios especiales, solo un bol, una espátula y una bandeja para hornear. Tercero, su versatilidad: puedes comerlas solas, espolvoreadas con azúcar glass, acompañadas de mermelada o incluso usar una galleta para hacer mini sándwiches con relleno dulce.
Además, esta receta es ideal como receta rápida para cuando quieres algo casero sin invertir mucho tiempo: Tiempo de Preparación: 15 minutos | Tiempo de Cocción: 15 minutos | Tiempo Total: 30 minutos. Si te gusta hornear pero valoras resultados confiables, estas galletas serán tu nuevo básico.
Ingredientes
- 150 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 100 g de queso crema (tipo Philadelphia) a temperatura ambiente
- 1 taza de azúcar
- 1 huevo
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 2 1/2 tazas de harina de trigo
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- 1 pizca de sal
Instrucciones
A continuación encontrarás las instrucciones en pasos claros y ordenados para obtener las galletas de queso crema perfectas.
- Precalentar el horno y preparar la bandeja
Precalienta el horno a 180°C (350°F). Forra una bandeja para hornear con papel pergamino o usa una lámina antiadherente. Esto evita que las galletas se peguen y facilita la limpieza. - Batir la mantequilla y el queso crema
En un bol grande, coloca 150 g de mantequilla y 100 g de queso crema, ambos a temperatura ambiente. Bate con una batidora eléctrica o con varillas a mano hasta obtener una mezcla cremosa y suave. Este paso es clave para lograr la textura tierna de las galletas. - Añadir el azúcar
Agrega 1 taza de azúcar a la mezcla y continúa batiendo hasta que el azúcar esté bien integrado y la mezcla se vea aireada. Verás que la mezcla se vuelve más clara y esponjosa. - Incorporar el huevo y la vainilla
Añade 1 huevo y 1 cucharadita de esencia de vainilla. Bate hasta homogeneizar. La vainilla realza el sabor sin dominarlo; si deseas un toque extra, puedes usar extracto de vainilla puro. - Mezclar los ingredientes secos
En otro bol, combina 2 1/2 tazas de harina de trigo, 1 cucharadita de polvo de hornear y 1 pizca de sal. Mezcla brevemente para distribuir bien el polvo de hornear y la sal. - Unir las mezclas
Agrega los ingredientes secos al bol con la mezcla de mantequilla y queso crema poco a poco. Mezcla con una espátula o a baja velocidad hasta formar una masa homogénea. Evita batir en exceso: solo hasta que no queden rastros de harina. - Formar las galletas
Con una cucharita para helado o con dos cucharas, toma porciones de masa y forma bolitas. Colócalas en la bandeja dejando espacio entre ellas (aprox. 3–4 cm), ya que se expandirán ligeramente al hornear. - Aplanar con un tenedor
Con un tenedor, aplana ligeramente cada bolita para darles la forma clásica de galleta. Puedes hacer un patrón cruzado con el tenedor para un acabado bonito. - Hornear
Hornea durante 12–15 minutos, o hasta que los bordes estén ligeramente dorados. El centro debe permanecer algo suave; se endurecerá al enfriarse. No las dejes demasiado tiempo para conservar la textura tierna. - Enfriar en rejilla
Saca las galletas del horno y deja que se enfríen en la bandeja durante 3–5 minutos, luego transfiérelas a una rejilla para que terminen de enfriarse completamente. Esto evita que queden húmedas por debajo.
Consejos para servir y almacenar
- Servir: Estas galletas son deliciosas recién hechas, pero también funcionan genial frías. Sírvelas con café, té, leche o un vasito de chocolate caliente. Para una versión festiva, espolvorea azúcar glass o coloca una cucharadita de mermelada en el centro después de hornear.
- Rellenos: Para convertirlas en sándwiches, unta Nutella, dulce de leche o una crema de mantequilla ligera entre dos galletas.
- Almacenamiento: Guarda las galletas en un recipiente hermético a temperatura ambiente hasta por 4 días. Si hace calor, refrigera hasta por 7 días; deja que vuelvan a temperatura ambiente antes de servir para recuperar la suavidad.
- Congelación: Puedes congelar las bolitas de masa cruda por hasta 2 meses (envueltas en film y en un contenedor). Para hornearlas desde congeladas, añade 2–3 minutos al tiempo de horneado. También puedes congelar galletas ya horneadas separadas por papel pergamino y luego descongelar a temperatura ambiente.
Notas útiles
- Temperatura de ingredientes: Es importante que la mantequilla y el queso crema estén a temperatura ambiente para que se integren bien y la masa tenga la textura correcta.
- Variaciones: Añade ralladura de limón o naranja para un toque cítrico. También puedes incorporar 100 g de chispas de chocolate o frutos secos picados para variar la textura.
- Textura: Si quieres galletas más crujientes, reduce ligeramente la cantidad de queso crema o hornea 1–2 minutos más; para galletas más suaves, evita hornear de más.
- Porciones: Esta receta rinde aproximadamente 24–30 galletas pequeñas (dependiendo del tamaño de la porción con la cuchara para helado).
- Intolerancias: Para una versión sin gluten, sustituye la harina por una mezcla sin gluten apta para repostería (ajusta según el tipo de mezcla).
Preguntas frecuentes
¿Puedo usar margarina en lugar de mantequilla?
Sí, pero la mantequilla da un sabor y textura superiores. Si usas margarina, el resultado será aceptable pero con menos sabor “mantecoso”.
¿Qué tipo de queso crema es mejor?
Usa queso crema estilo Philadelphia o cualquier marca de buena calidad. Evita versiones muy bajas en grasa si buscas la textura tradicional.
¿Puedo hacer la masa el día anterior?
Sí. Refrigera la masa envuelta en film y toma porciones al día siguiente; deja reposar 10–15 minutos a temperatura ambiente antes de formar las bolitas si la masa está muy firme.
¿Necesito batidora?
No es indispensable. Puedes batir a mano con una espátula o batidor de varillas; solo toma un poco más de tiempo y esfuerzo.
¿Cómo sé cuándo están listas?
Los bordes deben estar ligeramente dorados y el centro algo blando. Se endurecen al enfriar, así que retíralas cuando aún estén suaves al tacto.
Conclusión
Las galletas de queso crema son una receta fácil y confiable que merece un lugar en tu recetario. Con pocos ingredientes y pasos sencillos, obtendrás galletas con una textura única: tiernas, cremosas y llenas de sabor. Son perfectas para compartir, regalar o acompañar tus pausas de café. Anímate a probarlas hoy mismo —te prometo que desaparecerán rápido de la bandeja. ¡A hornear!