El mejor mole que probarás: una receta que sabe a hogar y tradición

¿Por qué te encantará esta receta?

¿Sabes ese olor que te envuelve cuando entras a la cocina de tu abuelita? Ese que te abraza como una manta tibia, que trae recuerdos de domingos en familia, risas en la mesa, y platillos que solo se preparan con tiempo, amor y paciencia. El mejor mole que probarás es justo eso: un viaje al corazón de la cocina mexicana, y también un homenaje a nuestras raíces.

El mole es más que una salsa, es una obra de arte. Y como todo arte, requiere cuidado, ingredientes de calidad y un toque personal. Esta receta ha pasado de generación en generación, y hoy la compartimos contigo como si fueras parte de la familia. Porque cocinar este mole no solo es preparar comida… es contar una historia con cada cucharada.


Ingredientes

Antes de comenzar, asegúrate de tener todo lo necesario. Esta receta de el mejor mole que probarás rinde aproximadamente para 8-10 personas. Ideal para reuniones, celebraciones o simplemente para apapachar a los tuyos.

Chiles secos:

  • ½ kilo de chile ancho
  • ½ kilo de chile mulato
  • ½ kilo de chile pasilla

Base aromática:

  • ½ cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • 1 plátano macho (en rodajas)
  • 1 bolillo (duro o fresco, pero mejor si está algo seco)

Frutos secos y semillas:

  • 120 g de pasitas
  • 120 g de nuez
  • 120 g de cacahuates (sin sal ni cáscara)
  • 120 g de pepitas de pipián (semillas de calabaza peladas)
  • 120 g de ajonjolí

Especias y saborizantes:

  • 1 pizca de canela
  • 1 pizca de anís
  • 1 pizca de clavos de olor
  • 1 pizca de pimienta negra
  • 1 barra de chocolate Abuelita (puedes usar otro tipo, pero este le da el sabor tradicional)
  • 1 ½ de piloncillo (aproximadamente 200 g)
  • Sal de grano al gusto
  • Azúcar al gusto
  • 3 cucharadas de consomé de pollo en polvo

Otros:

  • 3 cucharadas de manteca de cerdo (puedes sustituir por aceite vegetal si prefieres)
  • 3 pollos medianos, cocidos previamente en agua con sal y ajo

💡 Sustituciones:

  • Puedes usar solo 2 tipos de chile si no encuentras los tres.
  • Para una versión más ligera, usa pechugas de pollo sin piel ni hueso.
  • Si eres vegetariano, sustituye el pollo por champiñones, tofu firme o setas.

Preparación paso a paso

Hacer el mejor mole que probarás no es difícil, pero sí requiere mimo. No te apresures, disfruta el proceso… ¡y prepárate para que tu casa huela a gloria!

1. Tostar las semillas y especias

Coloca en un sartén grande y seco el ajonjolí, las pepitas, los cacahuates y las nueces. Tuéstalos a fuego medio hasta que empiecen a soltar su aroma y tomen un color dorado. Haz lo mismo con las especias (canela, anís, clavo, pimienta), pero con cuidado de que no se quemen.

👵 Tip de abuelita: mueve constantemente con una cuchara de madera para que se tuesten parejo y no se amarguen.

2. Freír los ingredientes base

En una sartén profunda con un poco de manteca de cerdo, fríe los chiles secos previamente desvenados y sin semillas. Hazlo rápido, unos segundos por lado, hasta que se inflen un poco. Si se queman, amargan.

Después, en la misma grasa, fríe el ajo, la cebolla, las pasitas y el plátano macho en rodajas hasta que estén doraditos. También fríe el bolillo en rebanadas.

3. Remojar con el caldo

Cuando todos los ingredientes estén fritos, colócalos en un recipiente grande y cúbrelos con un poco de caldo caliente del pollo cocido. Déjalos remojar unos 15-20 minutos para que se suavicen y se integren los sabores.

4. Licuar por partes

Licúa todos los ingredientes remojados poco a poco, junto con el piloncillo, el chocolate y las especias. Hazlo en tandas y cuela cada mezcla para obtener una textura suave y sin grumos.

5. Cocinar el mole

En una olla grande, calienta la manteca restante y vierte la mezcla licuada. Cocina a fuego medio-bajo, removiendo constantemente para evitar que se pegue.

Agrega el consomé de pollo, sal y azúcar al gusto. Este paso es clave: prueba constantemente hasta que logres ese equilibrio perfecto entre dulce, salado y picante.

6. Integrar el pollo

Cuando el mole tenga una consistencia espesa y brillante, incorpora el pollo cocido. Deja hervir unos minutos más para que el sabor se impregne en la carne.


Consejos para servir y conservar

¿Cómo servir el mejor mole que probarás?

  • Acompaña con arroz blanco o rojo.
  • Sirve con tortillas recién hechas o tamalitos de elote.
  • Agrega ajonjolí tostado encima al momento de servir para un toque crocante y vistoso.

¿Cómo conservarlo?

  • En refrigeración: hasta 5 días en un recipiente hermético.
  • En congelador: hasta 3 meses. Solo asegúrate de dejarlo enfriar completamente antes de congelar.
  • Para recalentar: calienta a fuego lento con un chorrito de agua o caldo para aflojar la textura.

Notas útiles y variaciones

  • Versión vegana: omite el consomé de pollo y la manteca. Usa caldo de verduras, y acompaña con papas cocidas, setas o tofu dorado.
  • Sin gluten: asegúrate de que el bolillo no contenga gluten o reemplázalo con una tortilla dorada.
  • Más picante: agrega chiles chipotles secos o chiles de árbol si buscas un mole más atrevido.
  • Menos dulce: ajusta la cantidad de piloncillo y chocolate a tu gusto.

Preguntas frecuentes (FAQs)

¿Puedo hacer el mole un día antes?

¡Claro! De hecho, sabe aún mejor al día siguiente, cuando los sabores se han asentado.

¿Cuánto tiempo tarda en prepararse?

Entre 2 y 3 horas si lo haces con calma. Pero créeme: vale cada minuto.

¿Puedo usar pasta de mole en lugar de hacer todo desde cero?

Puedes, pero perderías la magia de esta receta. Si usas pasta, que sea solo como base, y complementa con ingredientes frescos.

¿Qué hago si me quedó muy espeso?

Agrega un poco más de caldo caliente hasta alcanzar la textura deseada.

¿Puedo usar otro tipo de carne?

Sí, queda delicioso con pavo o incluso con cerdo deshebrado.


Información nutricional (estimada por porción)

  • Energía: Alta (ideal como platillo principal)
  • Fuente de proteínas: gracias al pollo y las semillas
  • Rico en fibra y grasas buenas por las nueces, ajonjolí y pepitas
  • No recomendado en exceso para personas con diabetes por su contenido de azúcar y piloncillo, aunque se puede ajustar

Conclusión y llamada a la acción

Y ahí lo tienes: el mejor mole que probarás. Una receta que no solo alimenta el cuerpo, sino también el alma. Un plato que une generaciones, que hace del tiempo en la cocina un acto de amor.

¿Te animas a prepararlo? Si lo haces, cuéntame cómo te quedó, compártelo con tu familia y guarda esta receta como un tesoro. Y si te gustó, no olvides dejar un comentario, compartirla en redes o enviársela a ese amigo que ama el mole tanto como tú.

Porque las mejores recetas son las que se comparten… y esta, sin duda, es una de ellas.


✨ Bon appétit… o mejor dicho: ¡buen provecho! ✨

Leave a Comment