¿Por qué te encantará esta receta?
Seguro te ha pasado: un antojo repentino de comida china y la idea de pedir delivery ronda tu cabeza. Pero, ¿qué tal si te digo que ese Pollo Agridulce Chino que tanto disfrutas en el restaurante lo puedes preparar en tu propia cocina, con ingredientes sencillos y en menos de una hora?
Esta receta no solo es práctica, también tiene ese sabor único que combina lo crujiente del pollo frito con la salsa espesa, dulce y ligeramente ácida que hace agua la boca. Y lo mejor de todo: es un platillo que enamora tanto a niños como adultos.
En mi familia, por ejemplo, el pollo agridulce se convirtió en uno de esos platillos que se piden en cada cumpleaños o reunión especial. Es un “clásico casero” que nunca falla, porque alegra la mesa y convierte una comida cualquiera en una pequeña fiesta.
Prepárate para descubrir cómo hacer Pollo Agridulce Chino en casa, con un paso a paso detallado, consejos prácticos y variaciones para que lo adaptes a tu gusto o necesidades.
Ingredientes
Antes de empezar, asegúrate de tener todo listo en la mesa. Aquí te comparto la lista de ingredientes, junto con algunas notas para que sepas cómo sustituirlos en caso de que te falte algo.
Para el pollo
- 500 g de pechuga de pollo (puedes usar muslos deshuesados si prefieres más jugosidad)
- 100 g de maicena (también conocida como fécula de maíz)
- 1 huevo
- Sal y pimienta al gusto
- Aceite vegetal suficiente para freír
Para la salsa agridulce
- 4 cucharadas de salsa de tomate (kétchup)
- 3 cucharadas de azúcar (puede ser blanca o morena)
- 2 cucharadas de vinagre blanco (si te gusta un sabor más intenso, prueba con vinagre de arroz)
- 2 cucharadas de salsa de soja
- 1 cucharada de maicena disuelta en 1/4 taza de agua
- 1/2 taza de agua
👉 Nota práctica: Si prefieres una salsa con más frescura, puedes añadir un poco de jugo de piña o incluso trozos de piña en almíbar. Eso le dará un giro delicioso.
Preparación paso a paso
Cocinar este Pollo Agridulce Chino es más fácil de lo que parece. Solo sigue estos pasos y verás cómo se convierte en tu receta favorita.
1. Preparar el pollo
- Corta las pechugas en cubos medianos, ni muy grandes ni demasiado pequeños. Así se fríen bien sin resecarse.
- Sazona con sal y pimienta al gusto.
- Bate el huevo y mézclalo con los cubos de pollo para que se adhiera mejor la maicena.
- Reboza cada cubo en maicena, asegurándote de cubrirlos completamente.
👉 Tip casero: Si quieres un rebozado aún más crujiente, puedes hacer una doble capa: pasa el pollo primero por maicena, luego huevo, y de nuevo maicena.
2. Freír el pollo
- Calienta suficiente aceite en un wok o sartén honda a fuego medio-alto.
- Fríe el pollo en tandas, para que no se peguen entre sí.
- Sácalos cuando estén dorados y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
👉 Consejo útil: No bajes mucho el fuego, porque si el aceite está frío el pollo absorberá grasa en lugar de quedar crujiente.
3. Preparar la salsa agridulce
- En otra sartén, combina el kétchup, el azúcar, el vinagre, la salsa de soja y 1/2 taza de agua.
- Cocina a fuego medio hasta que la mezcla hierva suavemente.
- Agrega la maicena disuelta en agua poco a poco, moviendo constantemente, hasta que la salsa espese y tenga un brillo apetitoso.
👉 Secreto de la abuelita: Si la salsa te queda muy espesa, añade un chorrito de agua caliente. Si está muy líquida, deja que hierva un par de minutos más.
4. Integrar el pollo con la salsa
- Incorpora los cubos de pollo frito a la sartén con la salsa.
- Mezcla suavemente para que cada pieza se cubra con ese baño agridulce irresistible.
- Cocina por 1–2 minutos más, solo para que se unan bien los sabores.
5. Servir
- Sirve caliente, acompañado de arroz blanco, fideos chinos o incluso tortillas de harina si quieres darle un toque distinto.
- Decora con cebollín picado, ajonjolí (sésamo) tostado o un poco de pimiento morrón salteado para darle color.
Consejos para servir y conservar
- Mejor acompañado: El Pollo Agridulce Chino se luce con un arroz blanco al vapor, porque la salsa penetra en cada grano y lo hace irresistible. También queda espectacular con arroz frito con huevo o verduras.
- Para reuniones: Si lo preparas para invitados, colócalo en una fuente grande y decóralo con rodajas de piña y tiras de pimiento rojo y verde. Además de rico, se ve precioso en la mesa.
- Conservación: Si sobra (aunque es difícil que pase 😅), guárdalo en un recipiente hermético en el refrigerador hasta 2 días. Para recalentarlo, hazlo en sartén a fuego bajo con un chorrito de agua, para que la salsa no se seque.
Notas útiles y variaciones
- Versión ligera: En lugar de freír, puedes cocinar el pollo en sartén con poco aceite. No será tan crujiente, pero sigue siendo delicioso.
- Sin gluten: Sustituye la salsa de soja común por salsa de soya sin gluten (tamari) y asegúrate de usar maicena certificada.
- Opción vegana: Cambia el pollo por tofu firme o coliflor en floretes. Rebózalos igual con maicena y fríelos hasta dorar. ¡Quedan riquísimos!
- Más tropical: Añade piña en trozos y un poco de pimiento morrón amarillo o verde para un plato colorido y fresco.
Preguntas frecuentes (FAQs)
1. ¿Puedo usar otro tipo de carne?
¡Claro! También puedes preparar esta receta con cerdo o camarones. Solo ajusta los tiempos de cocción.
2. ¿Se puede hacer sin freír?
Sí, puedes hornear el pollo a 200 °C durante 20–25 minutos, rociado con un poco de aceite, y luego mezclarlo con la salsa.
3. ¿Qué vinagre es mejor para la receta?
El vinagre blanco es clásico, pero el de arroz le da un sabor más suave y auténtico. Incluso puedes usar vinagre de manzana para un toque frutal.
4. ¿Cómo evito que el pollo se ablande con la salsa?
Lo ideal es añadir el pollo a la salsa justo antes de servir. Así se mantiene crujiente.
Información nutricional aproximada
Por cada porción (considerando 4 porciones):
- Calorías: 350–400 kcal
- Proteínas: 25 g
- Carbohidratos: 30 g
- Grasas: 15 g
Es un plato energético, ideal para compartir en el almuerzo o la cena. No es demasiado pesado si se acompaña con verduras al vapor o ensalada.
Conclusión y llamada a la acción
El Pollo Agridulce Chino es una de esas recetas que nos recuerdan que la cocina casera puede ser igual de sabrosa y reconfortante que la de un restaurante. Con pocos ingredientes y un poco de cariño, puedes llevar a tu mesa un plato lleno de color, aroma y sabor que encantará a todos.
Anímate a prepararlo este fin de semana, sorprende a tu familia y comparte la experiencia. Y si te gustó esta receta, ¡déjame un comentario contándome cómo te quedó o qué variaciones probaste! Nada me alegra más que ver cómo cada cocina le da su propio toque especial.